El Estado es el principal promotor del desarrollo agroindustrial de la palma aceitera en la amazonia peruana. En más de cuatro décadas se cultiva solo en 77,537 hectáreas en nueve provincias de las regiones de San Martín, Huánuco, Ucayali y Loreto. Por su carácter estratégico, responde a las necesidades de seguridad alimentaria y energética, seguridad interna, lucha contra el narcotráfico y es una importante alternativa para recuperar suelos agrícolas deforestados y degradas por cultivos ilícitos y agricultura migratoria de subsistencia. Las cifras oficiales indican que la deforestación en la amazonia supera los 7.2 millones de hectáreas, las áreas con palma solo equivale al 1.08%, de lejos, no es el principal cultivo deforestador, sino, uno de los que contribuyen a enfrentar la pobreza y pobreza extrema en el país.